Fabián Corral: Síndrome de candidato
Casi todo el mundo es candidato a algo. Parecería que quien no tiene semejante condición no existe, no pertenece a este mundo. Hay candidatos a las cumbres del gobierno, legislatura, alcaldías y concejalías, pero el síndrome se ha extendido a las más modestas posiciones en los vecindarios, comunidades y organizaciones sociales.
El problema está en que la lógica electoral, que satura casi todas las actividades, ha provocado el enfrentamiento, en una especie de guerra civil no declarada, entre toda suerte de aspirantes a redentores, quienes ya no miran al otro como persona, sino como potencial enemigo en la áspera competencia por protagonismo y poder, en esa puesta en escena que llaman “elecciones”.
Es penoso, por cierto, que la democracia, de doctrina política, se haya transformado en un foco de rivalidades permanentes, alimentadas por los intereses y las carreras electorales de los aspirantes al poder.