Víctor A. Beker: Liberalismo y democracia, un matrimonio complicado
Las recientes elecciones europeas han ratificado una tendencia que se había expresado anteriormente en varios países: el triunfo o el avance electoral de partidos que comparten lo que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, definiera como “democracia no liberal”. El eventual triunfo de Donald Trump en Estados Unidos reforzaría dicha trayectoria.
Contrariamente a la creencia popular, el liberalismo y la democracia no constituyen una pareja feliz. Desde su aparición en el Siglo de las Luces, el liberalismo ha mantenido una relación compleja y plagada de tensiones con la democracia. Su matrimonio es posible pero no inevitable.