Gerardo Villacreces Carbo: Cuentos chinos
Maduro enfrenta el temor de perder el poder en Venezuela, apoyado por un entorno corrupto y manipulaciones electorales.
Dentro de esta guerra en Venezuela entre la Libertad y la esclavitud, entre la Democracia y la dictadura, está la otra cara del bravucón Maduro, esta es la de un personaje con miedo, ya que sabe bien que, mantenerse en el poder e incluso con vida, no depende de su cargo, sino del apoyo, no de la gente por supuesto, ni de “su” gente tampoco, sino de la poco confiable miseria humana, esto es, de la ambición desmedida y del latente temor a perderlo todo, ambiente en el cual no hay lealtades, sino conveniencias y falsas amistades. El miedo de Maduro sería tal, que habría estado listo para fugarse a Cuba u a otro país, quien poseería por cierto una gran fortuna en el exterior.
La trampa en el conteo de los votos, dada el domingo 28 de julio, en la cual muy forzosamente resultó ganador el dictador, no se la ha tragado prácticamente nadie, incluso los izquierdistas presidentes de Brasil y Chile, públicamente se han pronunciado en el sentido de que se exhiban las actas. Obviamente, los dictadores Díaz-Canel de Cuba y Ortega de Nicaragua han felicitado por los resultados a su par y colega Maduro, secundados por Petro y Arce; y, por supuesto, Correa junto con sus camaradas criollos, aplaudiendo vigorosamente, lo cual seguramente les pasará factura electoral local. Adicionalmente, tendría el apoyo de Rusia, China e Irán por razones geopolíticas, y por la evidente animadversión a los Estados Unidos, todo lo cual, sumado al apoyo del Cartel de los Soles (militares) hace muy difícil un retorno civilizado a la democracia.
En Venezuela gobernada por una narco dictadura, habría una suerte de triunvirato, por un lado, el grandulón Maduro, por otro Diosdado Cabello (cuyo nombre debería ser Diablodado) asociado a la actividad del narcotráfico y, Padrino jefe del Comando Conjunto y ministro de Defensa encargado de comprar y mantener el apoyo mediante el reparto de jugosos dividendos del narco dentro de las filas militares, estando estos embarrados hasta el cuello, razón por la cual intuyen que si cae Maduro caen ellos. ¡Vaya encrucijada!