Nadie disolvió allí nunca un parlamento con bayonetas, como en Francia, España o Alemania, y en ninguna otra gran potencia europea
Así que hizo las maletas y dijo a los españoles, con palmas de copla: si os he visto no me acuerdo,
Dije alguna vez, y si no, lo digo ahora, que un escritor es lo que lee, lo que vive y lo que
Volvamos a Francia; al Segundo Imperio de allí, que al principio del último tercio del siglo XIX vivía tiempos interesantes.
Ni la belleza ni el carácter de una ciudad pueden sobrevivir a cinco, diez o veinte mil turistas volcados sobre ella
Para su proyecto nacional, el canciller de hierro necesitaba romperle los cuernos al imperio austríaco, que desde hacía siglos vení
A la casa, como a las vecinas, le llegaba su hora. Las ventanas eran torrentes y la puerta saltó hecha pedazos.
A diferencia de sus homólogos ingleses, que sabían manejar con tacto el negocio, los parlamentarios franceses eran basura despreciable y
Lo de Paiporta no es la primera vez, ni será la última. Ni tampoco la inefable derecha se priva de recurrir a
Hay cosas que sólo pueden escribirse cuando tienes setenta años: si te las han dicho alguna vez, si las has