Gonzalo Ortiz: ¿A dónde vamos como país?
Para quienes hemos sido optimistas irredentos sobre el futuro del Ecuador, la hora actual se presenta oscura y peligrosa.
El conchabe del correísmo y el Gobierno (un editorialista ya lo llama el nobocorreísmo) para echar abajo, de una manera descarada y tosca, a la presidenta del Consejo de la Judicatura Dunia Martínez, que acababa de ser elegida en toda regla, y poner en su reemplazo al abogado de narcotraficantes Mario Godoy, es el dato más angustioso de la actual coyuntura.
En el proceso jugó un papel despreciable la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, ordenando a unos acoquinados miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) que reconsideren el nombramiento de Martínez so pena de ser enjuiciados políticamente.
Es decir, la comisión, dirigida por esa fanática de pocas luces, pero voluntad irrefrenable de Ay Pame, es hoy el cuco que maneja a su antojo un organismo que, en el articulado de la malhadada constitución de 2008, es dizque independiente y apartidista.