La larga historia de intentos de asesinato a presidentes de EE.UU.
El sábado, horas después del intento de asesinato del expresidente Donald Trump con un rifle de asalto tipo AR-15, el presidente Joe Biden hizo una declaración con un argumento familiar: Estados Unidos, aseguró, resuelve sus diferencias de manera pacífica; la violencia política es antiestadounidense y aborrecible. “No podemos permitir que esto ocurra”, dijo. “La idea de que haya violencia política o violencia de este tipo en Estados Unidos es sencillamente inaudita”.
Los estadounidenses transfieren el poder pacíficamente de un partido a otro la mayor parte del tiempo, y la mayoría de las elecciones son justas y están libres de la mancha del derramamiento de sangre. Pero el atentado contra Trump forma parte de una lista de incidentes bastante comunes contra la vida de los presidentes, actos endémicos de la cultura política y parte de una tradición alternativa de violencia política. Esta tradición contradice a una especie de fe mítica, muy extendida entre los estadounidenses, en un sistema político que rehúye las balas y respalda los votos.