Rusia ha sido invadida, hay riesgos en la incursión ucraniana en Kursk
Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Rusia ha sido invadida. En la ocasión anterior, las tropas ucranianas del Ejército Rojo ayudaron a repeler el asalto nazi en la provincia rusa de Kursk. Ahora son los ucranianos los que avanzan por el mismo terreno. El ataque sorpresa de Ucrania, que comenzó el 6 de agosto, es audaz y osado, y podría cambiar la narrativa de la guerra. También es una apuesta que podría salir terriblemente mal.
Desde el punto de vista moral y legal, Ucrania tiene todo el derecho a llevar la lucha a Rusia. Todo Estado tiene derecho a defenderse, y ese derecho no se detiene en la frontera. Rusia está librando una guerra de conquista no provocada en Ucrania y ha llevado a cabo miles de ataques contra la región ucraniana de Sumy desde el otro lado de la frontera en Kursk. Las tropas, el equipo y las bases que permiten esos ataques son objetivos legítimos.
La ofensiva ucraniana en Kursk ya ha logrado algunos éxitos. Sus fuerzas han atravesado la región, han ocupado decenas de asentamientos y han tomado cientos de prisioneros. Esto ha tenido tres efectos inmediatos. Uno es levantar la moral en el país, que necesitaba un empujón: el ejército ucraniano está a la defensiva en la región del Donbas y su contraofensiva del año pasado fracasó. El segundo es mostrar a los socios internacionales que Ucrania puede recuperar la iniciativa. Es alentador que Estados Unidos y Alemania, entre otros, hayan indicado que no les molesta que sus armas se utilicen en suelo ruso.