José Alvear: Patentes municipales, otra ‘vacuna’ legalizada
Hay dos formas de conseguir los recursos que necesitamos. La primera depende del esfuerzo propio, la segunda del ajeno. O nos financiamos con nuestro trabajo o lo hacemos a costa del trabajo de otros. En el segundo escenario, quienes aspiran a obtener recursos de terceros tienen solo dos opciones: o lo consiguen apelando a la claridad y buena voluntad de los otros, o los consiguen a la fuerza a través de la confiscación coactiva, es decir, quitándoselos por la fuerza.
Se supone que el Estado debe proveer de manera “gratuita” salud, educación, seguridad.
La realidad es que el Estado ni los GADS pueden proveer recursos creándolos de la nada. Deben entonces cobrar impuestos para poderlos repartir a su criterio y así responder a las justas exigencias de la ciudadanía. Pero también para que vivan políticos y funcionarios que administran estos recursos y se los sacan a quienes producen, pues de ahí se pagan sus sueldos.