Roberto Aspiazu: El cierre del ITT
El 31 de agosto debe cerrarse el campo petrolero ITT al cumplirse un año de la proclamación de resultados de la consulta popular. Es lo que dispuso la Corte Constitucional seguramente pensando que su cierre era cuestión de apagar un interruptor, como se lo hace con la luz al salir de casa.
No se asesoró debidamente de las implicaciones técnicas, legales, ambientales, además de económicas y sociales, que tornaban sumamente complejo llevar a cabo el eventual abandono.
Después de todo, no hay antecedentes a nivel global de una acción semejante, lo que la convierte en caso de estudio. Tratándose de un campo joven, muchos de sus 246 pozos dispuestos en 12 plataformas de perforación funcionan con lo que se denomina presión primaria, de tal modo que su cierre es una operación difícil y de alto riesgo, pudiendo ocasionar, incluso, un desastre ambiental.