Fabiola Yáñez y las políticas de género en Argentina
La grave denuncia de violencia de género hecha por su ahora expareja, Fabiola Yáñez, contra el hasta hace pocos meses presidente de Argentina, Alberto Fernández, viene concitando fuertemente la atención del país y más allá. Sería un culebrón increíble, si no fuera porque, lamentablemente, no es ficción.
En medio de la polémica, se han levantado una sucesión de voces que creen entrever, a partir de los hechos denunciados, la deslegitimación de las políticas de protección de los derechos de las mujeres. Creen constatar la “demostración” de que los discursos de prevención de la violencia son solo mentiras, y hasta claman por el cese de toda inversión del Estado en la temática.
Los hechos denunciados tienen múltiples implicancias: personales, claro, pero también políticas, partidarias, institucionales, sociales e incluso discursivas. En relación con este último aspecto: ¿cuál sería la relación existente entre la denuncia contra el exprimer mandatario argentino y la necesidad (¿o no?) de políticas de prevención contra este tipo de delitos?
«Esta denuncia no invalida en lo más mínimo el valor de las políticas a favor de los derechos de las mujeres que Alberto Fernández haya implementado”, refuta estos argumentos categórica Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, en diálogo con este medio.
«Alberto Fernández no es, ni nunca fue, el protagonista de las luchas feministas, no es el artífice de un movimiento y, si bien ocupó un lugar de suma relevancia en un período en el que se avanzaron en muchos derechos, los logros con colectivos”, complementa la abogada y docente universitaria desde Buenos Aires.