Las bacterias eléctricas pueden ser una fuente de energía sostenible
La Escherichia coli (E. coli), una bacteria ‘con mala fama’ debido a su capacidad de provocar intoxicaciones alimentarias e infecciones gastrointestinales, ha sido modificada en laboratorio para generar electricidad a partir de aguas residuales, abriendo un enfoque innovador que podría impulsar a la vez, la gestión de residuos orgánicos y la producción de energía.
La Escherichia coli (E. coli), que permitirá generar electricidad a partir de aguas residuales, gracias a un reciente avance en el campo de la bioelectrónica logrado en Suiza, no es una bacteria cualquiera.
Este microorganismo, primero llamado Bacterium coli commune (“bacteria común del colon”) y después renombrado en honor al microbiólogo alemán que la descubrió en 1885, Theodor Escherich, esta presente en la parte final del intestino de los seres vivos de sangre caliente, incluido el ser humano.