Una arqueóloga dominicana va en búsqueda de la tumba de Cleopatra
Si nadie hubiera arrugado el ceño cuando fue a la estantería de su casa a por el libro Antonio y Cleopatra, de William Shakespeare, tal vez la historia de la faraona habría pasado desapercibida. Pero no fue así. Tanto su padre como sus amigos, los intelectuales con más renombre de República Dominicana, aconsejaron a la entonces joven Kathleen Martínez (Santo Domingo, 57 años) leer “sobre otra persona más interesante” que Cleopatra. Así que hizo con el consejo lo que cualquier adolescente: ignorarlo.
Al libro le siguió una película. Luego la lectura de los relatos que los romanos como Plinio el Viejo habían dejado y, por último, las obras de Plutarco y otros historiadores. “A nosotros nos llegó la imagen de la propaganda romana, sus peores enemigos. Y eso es un juego sucio. Uno no puede creerse al 100% lo que dicen sus enemigos de uno”, explica en una videollamada desde su casa en Los Ángeles. Por eso considera que Cleopatra ha pasado a la historia como una mujer fea y promiscua. Sin embargo, otros expertoshablan de una reina con muchísimo poder y de gran conversación. Era la persona más rica del mundo, alquimista, políglota -hablaba los nueve idiomas de la época-, fue una de las primeras en realizar estudios sobre los fetos y el maquillaje y quien financió las campañas militares de Julio César y Marco Antonio. “La criticaban por ser poderosa e inteligente”, dice. Aunque las investigaciones de la dominicana están ayudando a reescribir su biografía, el objetivo de la doctora Martínez es otro: encontrar su tumba. Y lleva 20 años en ello.