Franklin Barriga: Fraude y represión
No es poca cosa enfrentarse -como lo viene haciendo- con el poder autocrático de Nicolás Maduro que, heredero de otro histriónico y nefasto personaje, Hugo Chávez, sigue la ruta equivocada de su mentor, cuyas estatuas están siendo derribadas por muchedumbres cansadas del engaño, la opresión y la miseria, a que les sometieron los seguidores del Socialismo del Siglo XXI, populismo de la peor ralea, repleto de consignas totalitarias que han llevado a pueblos a la decadencia.
Por cinco lustros, ese desgobierno ha convertido a Venezuela en territorio de conflicto, pobreza y éxodo de millones de sus pobladores: lo que antes fue país de bonanza, por las oportunidades de progreso que ofrecía y que atraía inmigrantes no solo de América Latina y Europa, ahora es sinónimo de retroceso y desesperanza.