Cubanos salen a las calles en vehículos eléctricos de China, ahorrando tiempo y dinero
Omar Cortina es un cubano que a diario se traslada entre su trabajo en un hotel del Estado hasta su hogar, además, se mueve en la búsqueda de alimentos y otros bienes básicos para llegar a fin de mes.
Pero después de comprar la semana pasada en Cuba una moto eléctrica china puede ahora dejar de lado el agotador transporte público de su lista de preocupaciones diarias.
Las calles de Cuba han cambiado poco en las seis décadas desde la revolución de 1959 del exlíder Fidel Castro: Abundan los viejos coches estadounidenses con los escapes llenos de hollín, compartiendo los abundantes baches y un ligero tránsito.