Jorge Enríquez: La dictadura de Maduro está desnuda
Nunca pensé que Nicolás Maduro aceptaría un resultado adverso y entregaría pacíficamente el poder. Solo si no se conoce la naturaleza del régimen que gobierna Venezuela se podían abrigar esas esperanzas. ¿Fue, entonces, solo una quimera la extraordinaria movilización del pueblo venezolano y el lúcido y valiente papel de la oposición?
De ninguna manera, como se está viendo por estas horas con manifestaciones multitudinarias y con la creciente presión internacional. Participar de las elecciones era necesario, aun suponiendo que muy probablemente se cometiera fraude, pero no suficiente. Era el primer paso indispensable para agitar las conciencias tanto en Venezuela como en todo el mundo libre.